Le decía a su marido
la fodongona de Aleja:
¿Que te parece querido?
¿Verdad que con pelo corto
no parezco mujer vieja?
Y el hombre viéndola absorto,
arrugando el entrecejo,
le dijo ¡claro que no!,
pues ahora, según yo,
pareces un hombre viejo.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario