martes, 20 de febrero de 2007

SIGUIENDO LA RECETA

Por la calle iba un gallego,
caminando siempre alerta,
con las piernas muy abiertas,
cuidándose sin sosiego.

Y un transeúnte por ahí
al verlo le preguntó:
--¿dime por qué andas así?
y el Gallego contestó:
Pues tengo colesterol.
--¿Y eso qué tiene que ver?,
el otro le replicó.
--Lo que sucede es que ayer
fui a ver a mi amigo Carlos,
que es magnífico doctor,
y él pa' pronto me indicó
que los huevos ni tocarlos.





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